lunes, 3 de octubre de 2016

DISLEXIA: Un trastorno invisible que busca su propia ley

A nivel nacional se debate un proyecto de ley para el abordaje de este trastorno. En Catamarca fue aprobado un proyecto el año pasado, pero aún no fue reglamentado.

La dislexia es un trastorno neurobiológico de origen genético, aceptada universalmente por la Comunidad Científica Internacional. Es la principal alteración de las llamadas "Dificultades Específicas del Aprendizaje" (DEAS), y es considerada la primera causa de fracaso escolar.

Los niños que tienen esta dificultad presentan sistemáticamente un sufrimiento oculto para los que lo rodean, llámense padres, docentes, médicos o especialistas, ya que la dislexia carece de características físicas, lo que la hace invisible para la mayoría de ellos: "Lo que no se ve, no existe".

Un proyecto integrador

Un proyecto de la senadora de la Nación por el FPV, María Laura Leguizamón, busca que todo el conjunto de formadores tenga las herramientas para que las personas que sufren este trastorno tengan igualdad educativa con respecto al resto

El proyecto intenta que se declare de interés nacional el abordaje integral e interdisciplinario de los niños, niñas, adolescentes y adultos que presentan Dificultades Específicas del Aprendizaje (DEA).

"El objeto de mi iniciativa considera prioritario garantizar el derecho de la educación y a la salud de los niños, niñas, adolescentes y adultos que presentan Dificultades Específicas del Aprendizaje", explicó la senadora.

Entre los puntos principales se encuentran: dar prioridad a la oralidad, tanto en la enseñanza de contenidos como en las evaluaciones; otorgar mayor cantidad de tiempo para la realización de tareas y/o evaluaciones; asegurar que se han entendido las consignas, evitar las exposiciones innecesarias en cuanto a la realización de lecturas en voz alta frente a sus compañeros y que todo el equipo docente institucional -como promotores de los derechos de niños, niñas, adolescentes y adultos-, les otorgue igualdad de condiciones frente al derecho a la educación.

Según Leguizamón, "en el ámbito de la salud, este proyecto de ley, promueve la cobertura de todas las prestaciones necesarias para el abordaje integral e interdisciplinario en los sujetos que presenten dislexia y/o dificultades de aprendizaje, ya que las mismas estarán incluidas en el Programa Medico Obligatorio (PMO)".
En Catamarca fue sancionada una ley el año pasado, que entre otras consideraciones prevé capacitación a docentes y cobertura de la obra social a quienes padecen este trastorno. Pero aún espera su reglamentación.  

Panorama en el país
En la Argentina, la Asociación DISFAM (Dislexia y Familia) fue creada en mayo del 2013, por un grupo de padres y profesionales que -al no encontrar una institución dedicada al tema- sintieron la necesidad de dar a conocer este trastorno con los avales científicos necesarios, a fin de "hacer visible lo invisible" y ayudar a los chicos disléxicos y a sus familias.

El doctor Gustavo Abichacra, médico pediatra y presidente del Comité Científico de DISFAM, aseguró que, "hoy podemos afirmar que entre el 10% y 15% de la población es disléxica, y que -a pesar de poseer capacidades cognitivas suficientes como para desarrollarse de manera correcta y destacarse en sus vidas-, al no contar con las herramientas necesarias, y al no estar contemplada adecuadamente, no podrán hacerlo".

"No todos los disléxicos son iguales, existen aquellos que se encuentran profundamente afectados y aquellos en los que la dificultad puede pasar prácticamente desapercibida durante toda la vida. Pero en todos los casos, un correcto diagnóstico es necesario, ya que la falta de conocimiento propio o ajeno, lleva a interpretar erróneamente el problema, y suele atribuirse la causa de sus fracasos académicos a una falta de atención, a la ausencia de una práctica adecuada o, lo que es peor, a la carencia de capacidades cognitivas", advirtió el doctor Abichacra.

Pautas útiles
La licenciada Lasala de Lanús dio algunas pautas sumamente útiles y fáciles de comprender:
"La primera ayuda es que tanto padres como educadores comprendamos la naturaleza de las dificultades de la dislexia. Ponernos en el lugar del que no aprende correctamente ya produce un cambio".

Es más importante valorar el esfuerzo que hacen las personas con dislexia antes que los resultados académicos que obtengan. Como dice el neurólogo francés Michael Habib, 'el niño que no logra aprender es un niño que sufre por saberse diferente, incomprendido, por ver sus esfuerzos poco o nada recompensados y a menudo por ser considerado perezoso, displicente o simplemente oposicionista. Lo que otros realizan con aparente facilidad a él le exige esfuerzos sobrehumanos, que no son tomados en consideración'.

En el aula:

1) Incorporar y permitir en los disléxicos el uso de la tecnología en el aula: lectores de textos, procesador de ortografía, libros digitalizados, utilizar grabadores, permitir el uso de la calculadora entre otros.
2) Lectura en voz alta: es muy importante no exponerlos frente al grupo de pares, en general, pedirles que lean en voz alta los avergüenza y les resulta muy estresante.
3) Trabajar explícitamente estrategias de comprensión lectora.


Para las evaluaciones:

1) El tiempo asignado para las evaluaciones tiene que ser contemplado en estos alumnos, ya que al leer más lentamente, no llegan a terminar los exámenes, a pesar de haber estudiado igual o más que sus compañeros.
2) Completar las evaluaciones de manera oral o reemplazar las evaluaciones escritas por orales los favorece.
3) En los exámenes escritos es importante que el tipo de letra sea clara y espaciada.
4) Utilizar consignas claras y cortas.
5) No penalizar, es decir bajar nota, por errores de ortografía que puedan cometer.
6) Anticipar los textos para que puedan procesarlos previamente al momento de la evaluación y que puedan destinar todos los recursos cognitivos a la comprensión de la lectura.
7) Evitar introducir cambios en la forma de configurar la evaluación, mantener el estilo que se ha practicado en clase.
8) Ofrecer supervisión al inicio del trabajo para asegurarse que comprendió la consigna.

"Sabemos que este es el puntapié inicial, para que se modifiquen muchas cosas, la capacitación docente, que los profesionales tengan otra mirada en el consultorio, que las obras sociales puedan cubrir los tratamientos pero, sobre todo, que estos chicos que son inteligentes, tengan la posibilidad de aprender, de ser comprendidos, de no ser erróneamente etiquetados y -sobre todo- que puedan sonreír cuando van al cole", finalizó Mónica.

Fuente: Infobae

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